Fue construida en el año 1899 por el canónigo de la catedral de Toledo D. Juan Chaumel, hijo de la ciudad de Villena; el emplazamiento fue elegido en virtud de sus características climáticas, ya que la sequedad del ambiente y la vecindad de las aguas saladas, altamente mineralizadas, le dotan de ciertas cualidades ligeramente saludables para dolencias reumáticas y óseas. En la finca existía antiguamente un pozo de esta agua.
La edificación la constituyen, además de la casa, otra vivienda, un corral, una cuadra y una bodega.